lunes, 12 de mayo de 2014

Para entendernos un poco.

Increíbles pero a su vez esperables acontecimientos son los que me vienen invadiendo desde hace un tiempo. Y creo que pasa por el principal rasgo (es un rasgo realmente?) que creo yo que poseemos las personas. Y es una especie de confianza/esperanza para con ciertas actitudes que pueden llegar a ser previsibles del ser humano, tanto buenas como malas. En estos últimos tiempos, más que nada, se nota cada vez más la corrupción del hombre. Pero no sólo por dinero o poder, sino por muchas cosas mas: superioridad, egoísmo, soberbia, y demás. El ser humano está corrompido, al menos la mayoría de nosotros. Eso es lo que creo yo.
Siempre se insiste en diversos medios en el "lado oscuro" del hombre, de aquella dimensión cuyo origen inevitablemente se da en nosotros, de aquella faceta de la cual no podemos escapar y siempre termina de dominar en algunos aspectos de nuestra vida. Y pienso firmemente que es verdad, que en algún momento sale a la luz ese lado garca nuestro, ese oportunismo de poder sacar provecho de cierta situación cuando no deberíamos. ¿Con qué fin? Auto-complacernos. ¿Por qué a costas de otro? No sé. Pero se que sucede. Podría ser que forme parte de esa imperfección que tanto nos caracteriza. El que ayer nos tendía la mano, hoy nos deja caer sin el menor rastro de culpa.
Y esta corrupción que tienen las personas (o que vienen adoptando, mejor dicho) se traduce en una verdadera HIPOCRESÍA.
El ser humano siempre quiere ser (o al menos, parecer) bueno, quiere ser el ejemplo, quiere no poseer todos esos aspectos que nombré. Dice ser esto, dice ser aquello, dice poseer las mejores características: ser bueno, humilde, honesto, solidario, a favor de temas igualitarios que estén de moda, etc.

Bien saben todos que, de una forma u otra, teniendo en cuenta el grado de tecnología que poseemos y queriéndonos negar a caer en ella o no, terminamos inmersos en redes sociales de las que, finalmente, formamos parte. Y al formar parte de esa red social, como red que es, siempre nos "llega" lo que piensa uno o dice el otro acerca de X aspecto de la vida. Estamos obligados a saber lo que piensan los demás, sea quién sea. ¿Dónde está la hipocresía? Ahi mismo. En la combinación de esta corrupción de la que hablo y de la horrible manía de querer parecer bueno y sin contradicciones tanto internas como externas. No. Mucha gente se queja de malas actitudes que tienen otras personas, cuando después, en el fondo, no puede evitar sentir y accionar sobre cosas similares de las que, en un principio, se quejó. Citando el ejemplo más claro y contemporáneo: me invaden el inicio personas que comparten la idea de eliminar a aquellas personas que no son realmente tus amigos o que no conocés y no tienen por qué ver cierta información privada. Y eso está perfecto. Estoy completamente a favor de la idea de querer tener solo a aquellas personas que uno conoce. Pero, ¿Qué pasa después? Cuando uno accede a eso y toma la partida de eliminar a gente que no quiere en su vida o simplemente no le interesa saber su opinión o lo que sea, el bastardo es uno. El maldito hijo de puta que te eliminó de FaceBook es uno, a pesar de dar motivos claros y concisos acerca de lo atentado.
Simple como eso.
...
Creo que está muy claro el concepto que quiero demostrar. Estos fenómenos son los que yo llamo "previsibles" o "esperables" de las personas. Y las comillas que he usado están allí por un doble motivo: 1) denotar la ironía de la palabra, ya que, uno en el fondo, no se espera eso, o al menos, no quiere esperar que una persona sea asi; 2) y, como dije al principio, son increíbles, porque a pesar de que los esperamos, nos sorprenden de igual forma, por esa esperanza que tenemos, cada vez más inocua y volátil, pero esperanza al fin.

Y esta precaria fe que tenemos por nosotros mismos provoca que cada vez sean menos las personas en las que podemos confiar plena y ciegamente. Porque, como bien es sabido, "el amor es bancarse la mierda del otro". Es decir, de toda la gente que nos va a cagar, uno elige quién tiene el privilegio de poder hacerlo y por cuánto tiempo. ¿Será que esa esperanza se vaya a hacer tan pequeña que hasta nos haga dudar de si podemos confiar en nosotros mismos? Le tengo miedo a esto. ¿Tiene solución? Siempre la historia de la ciencia ha sostenido firmemente las diferencias entre los humanos y los animales, y la superioridad que éste posee sobre los primeros. Pero, ¿acaso los animales se mienten entre ellos? ¿Se asesinan a sí mismos desmesuradamente? ¿Se torturan? ¿Las familias se separan por motivos antinaturales? No. Claro que no. Habrán ciertas cosas que forman parte del reino animal, pero asi como hay muertes, también hay una unidad entre ellos, hay un equilibrio que recompone lo desechado. ¿Nos creemos superiores a todo ser viviente cuando el mundo está al borde del colapso? Creo que la destrucción de la humanidad viene por nosotros mismos, y es sólo cuestión de tiempo. Si no nos cuidamos a nosotros mismos, ¿cómo vamos a cuidar todo lo que nos rodea?

Muchos más, quiero agregar, pienso que son los motivos de esta contradicción que cada vez se hace más notable. El hombre está lleno de ellas. Pero quiero transmitir como principal ésta, de pensar al hombre como un ser que cada vez se vuelve más contradictorio para sí mismo, más conflictivo para con sí mismo y para los demás. ¿Será que tanta contradicción que se enfrenta una a otra llegaremos por fin a una tautología y todo estará en equilibrio?

Soñar no cuesta nada.

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